Para obtener un mejor resultado dicen que es preferible pescar a principio de temporada, tras el desove, pero nosotros decidimos pescarlo a finales de la misma, durante el transcurso del mes de mayo, con muchas ganas y entusiasmo, ya que ésta era la primera vez que íbamos a hacerlo.
El río se encontraba con poco caudal de agua y se lo podía cruzar vadeando. Y por estas condiciones no había muchos interesados en pescarlo.
Es así que tomé la iniciativa de incursionar por éstas aguas y probar suerte junto con mi cuñado y gran amigo Santiago Cendra, e incentivado por Enrique San Martín, cuya experiencia tras lograr una excelente captura en este río, ayudó a que tomara mi decisión.
Con respecto a las moscas que utilizamos, también optamos por las no convencionales “aptas” para éste lugar, y aquí intervino Enrique, quien compartió la receta de su exitoso pique ayudado por un ejemplar hecho con pelo de ciervo y cuerpo rojo, de la que desconozco su nombre pero con su formato pude imitarla lo mejor que pude y la cual me dio el placer de obtener varios buenos especímenes.
Tras el correr de las semanas, comencé a interesarme cada vez más en pescar esta desembocadura, que además, es uno de los pocos lugares habilitados que quedan a la fecha. Más allá de esto, mi interés creció debido a las precipitaciones y nevadas en las altas cumbres, ya que gracias a las mismas el caudal de las aguas comienza a crecer.
Para este momento, después de un llamado telefónico a mi amigo y compañero de pesca Colo Dezurko, me hizo la recomendación de utilizar una mosca realizada con cuerpo naranja y patas de goma, para resultarles llamativas a las truchas y con la cual él ya había obtenido buenos resultados durante sus madrugadas de pesca.
Por dicho comentario, antes de emprender camino hacia una nueva jornada, atamos dichas moscas, junto a mi cuñado, para luego sí, retomar camino hacia esas costas. Fue en ese mismo día que las truchas no tardaron en comenzar a picar con dicha imitación.
A partir de ese momento y hasta hoy pude tener la fortuna de obtener buenos ejemplares con la mencionada mosca y algunas variantes que, como ya dijimos al comienzo, fueron inusuales para este río.
Pero a partir de ahora también tuve, gracias a lo vivido, la suerte de darme cuenta de tener un lugar tan espectacular a una distancia tan corta y culminar esta temporada sabiendo lo que se puede obtener en el mismo y teniendo la expectativa de poder disfrutarlo en su totalidad en las próximas temporadas de pesca.
www.Pescador.cl