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Catch & Kill
He estado “trabajando” en los flats y he clavado varias sea trout, pómpanos y ladyfish, pero aunque he visto cientos de reds (redfish) alimentándose no he podido con ellos. La noche anterior al segundo día había estado hasta bien entrada la noche atando una variación de la “Ron Mayfield´s Pinfish Mohawk Minnow”, esperando que llamara la atención de los redfish del sudoeste de la Florida.




Ret Talbot » es un escritor freelance que divide su tiempo entre Wyoming y Maryland. Es un maestro inglés y también instructor para el “Nacional Outdoor Leadership School”.

«Ext. de Fly Fisherman - Mayo 2001.-
Traducción: Mariano Ravizza.





He estado “trabajando” en los flats y he clavado varias sea trout, pómpanos y ladyfish, pero aunque he visto cientos de reds (redfish) alimentándose no he podido con ellos. La noche anterior al segundo día había estado hasta bien entrada la noche atando una variación de la “Ron Mayfield´s Pinfish Mohawk Minnow”, esperando que llamara la atención de los redfish del sudoeste de la Florida.


Finalmente, el segundo cast produjo. Tomé mi cuchillo (…) y suavemente maté al recién capturado pescado. Limpié la hoja, saqué de mi chaleco una bolsa plástica y envolví a la reciente captura. Metí todo en el bolsillo trasero del chaleco y me retiré del lugar de pesca, para poco después ir directamente a mi casa. Había hecho solo dos cast esa mañana, pero eso fue suficiente para conseguir la cena, y eso es tolo lo que mi ética de “catch and kill” me permite.
Durante el verano, trabajo como instructor del “Nacional Outdoor Leadership School”. Una tarde, el verano último, mientras enseñaba en mi clase en las montañas Absoroka (noroeste de Wyoming) un estudiante se acercó a mí con una preocupación. Yo había terminado de hervir agua para preparar una bebida caliente y le ofrecí una taza de té, mientras él se sentó en un tronco caído que estaba en el campamento. Los otos dos instructores estaban fuera pescando en un arroyo cercano, y aunque yo tenía una bolsa de falafel, estaba deseando de que ellos traigan la cena.
- qué tienes en mente –le pregunté a mi estudiante.
- Yo quería hablar acerca de tu clase de pesca con mosca de hoy –me dijo.
- Bien, has dicho algo en la clase que me preocupó y siento que necesito decirte algo al respecto. –me incliné.
- Es algo que dijiste acerca del catch and kill … ese tipo de cosas me ofende.
Miré a mi estudiante. Supe que era vegetariano y que estaba en contra de comer carne y al empleo de la utilización y manufactura de elementos a base de animales. En ese momento percibí que su ética también se aplicaba a la pesca con mosca.
- lo siento –le dije. No quise ofenderte.
Volví a llamar a la clase defendiendo el frívolo comentario que se había hecho con respecto al catch and kill. Yo había planeado hacer en el final una clase separada y específica acerca de la ética en la pesca.
- ¿pero usted defiende el hecho de matar peces? –me preguntó.
Pensé por un momento, revolviendo el saquito de té dentro de la taza. –Si, lo hago. –respondí finalmente.
- si alguno de ustedes observó mi día de pesca –dije. Se habrán dado cuenta de que regresé al agua muchos más peces de los que sacrifiqué (algunos son muy pequeños o muy grandes, por ejemplo), pero también han visto que maté algunos peces.
- ¿Pero no se supone que eso está mal?... no se supone que debemos regresar con vida a todos los peces? –preguntó el alumno. La conversación que tuvimos durante los siguientes 20 minutos fue muy productiva para mí.
Pienso que mi desgano por discutir el asunto fue creado por la prevalencia del pensamiento del “catch and release” (pesca y devolución) en nuestro deporte. Estaba preocupado acerca de aquello que pensaría la gente cuando expresase mi punto de vista al respecto.
Tener aquella conversación con mis alumnos, me ayudó a entender que la ética de la pesca con la que vivo se basa en mis propios Standard de la ética. Y aunque no espero que todos coincidan conmigo, creo que es saludable cuestionar ciertas actitudes vinculadas con la pesca y devolución.



Mucha gente que pesca, está cautivada por el maravilloso entorno salvaje que los rodea. Ese tipo de sentimiento por los lugares silvestres alienta a la preservación. Por algo, la ética relacionada al cuidado de este tipo de lugares salvajes se convierte en una pasión. Pero hay muchas otras personas que usan sus éticas de conservación solo como una insignia cocida al chaleco o a las mangas de su camisa y nada más.
Desafortunadamente, la internalizar una ética requiere un gran compromiso, más allá de un sticker, pertenecer a una organización u asociación de defensa o de escribir una carta a un legislador.
Una ética personal de conservación puede traer granes satisfacciones para cualquiera que disfrute del outdoor, pero también puede generar granes restricciones. Mi ética del “Catch and Kill”, ciertamente me restringe en mi comportamiento. Aquí un ejemplo; hay un excelente arroyo a quince minutos de mi casa en Wyoming. Me encantaría pescar allí todos los días, incluso dos veces al día, pero no lo hago. Disfruto pescando durante algunas tardes en el tramo medio del “Fork”. Allí hay un pozón justo debajo de una gran piedra redonda, donde muchas truchas grandes suelen estar. Mientras ellas se alimentan, puedo ver sus oscuros lomos moviéndose por sobre el fondo y regresando en la corriente a su lugar original. Si bien he pescado ese sitio muchas veces, muchísimas otras veces paso de largo porque estoy buscando la cena y porque sobre todo ya tengo alguna trucha en mi chaleco.

Mi ética de “Catch and Kill” requiere que me detenga cuando ya he capturado lo que comeré, incluso si tengo ganas de continuar y de segur pescando durante el resto del día. Esa es mi ética. Esa es una de las razones por las que elijo no pescar Tarpon u otras especies no comestibles.

Los peces trofeos no tienen un valor especial para mí, y pescar peces grandes por el placer de la lucha, incluso si uno piensa regresarlos al agua, son límites de crueldad que yo he aceptado durante bastante tiempo.
Pesco para comer por dos razones:

1- creo que los seres humanos estamos en el tope de la cadena alimenticia por encima de los peces (es por eso que también como pollo y carne vacuna).

2- Sé también que clavando, peleando, y sacando un pescado para luego regresarlo al agua causa un stress que aumenta la mortalidad.

La pesca con devolución es solo por entretenimiento y esa es su finalidad primaria.
He estado mucho tiempo viéndome a mi mismo contribuyendo a la mortalidad, torturando a los peces para nada más que mi propia satisfacción.
Capturando, sacrificando, limpiando, cocinando y comiendo el pescado me hace sentir más íntimamente conectado con una actividad que trasciende los límites del simple deporte.
En el otro orden del espectro, está mi estudiante vegetariano que sugiere que comer pescado es también un placer hedonista. Él siente que no hay justificación para pescar.
Cada uno de nosotros mantiene su punto de vista, en consecuencia, conversaciones como las que tuve con él pueden proveer una excelente oportunidad para reafirmar nuestras creencias o de cambiarlas.
Me he encontrado con más de una persona que me ha reprimido por mi ética de pesca y me ha sermoneado en el valor de la conservación. Para esa gente la conservación equivale a la pesca con devolución; aún así he visto muchas veces a esta misma gente regresar a un pez demasiado rápido o sin el cuidado suficiente como para asegurarle las mayores probabilidades de supervivencia. También he visto a los mismos pescadores, en esos crudos días de invierno pescando y devolviendo peces que no tienen las reservas de energía suficientes para sobrevivir, luego de ser regresadas a su medio.
Para mí, comiendo al pescado que obtengo (siempre y cuando haya un marco legal que controle y un río con una población saludable y auto sustentable) justifica una actividad que yo amo por razones que van mucho más allá del sabor de una trucha puesta en una sartén. Una ética de conservación necesita ser algo más que una rápida justificación de las cosas que hacemos.
Un sticker de “Catch & Release” pegado en la parte trasera de un Range Rover indica una cosa; la elección personal hecha en la ribera del río
Yo elijo pescar y sacrificar porque me preocupa profundamente tanto mi conexión con los ambientes silvestres como la supervivencia a largo plazo de dichos lugares salvajes.
Volviendo al principio, a los flats de la Florida, con el peso del redfish pesando en mi espalda, estaba pensando acerca de cosas más importantes de cómo cocinar a mi presa. Porque encuentro valores importantes en la pesca, más allá de lo meramente recreacional. También veo de forma diferente al ecosistema.
En Florida, por ejemplo, veo el manifiesto daño hecho por el desarrollo (basura en al agua, como cierta gente recorta los manglares por puro gusto). Sé también que algunas de esas personas son ávidos pescadores (responsables de innumerables daños contra la naturaleza) y me pregunto como hacen para justificar su ética de pesca y devolución, cuando al mismo tiempo sus acciones tienen un impacto tan negativo en relación al ecosistema.
Las éticas de conservación son un concepto confuso, especialmente cuando políticos, dinero y opiniones personales están en juego.
Nosotros debemos continuar desafiándonos a nosotros mismos y a otros para contar con el recurso que tanto amamos de manera de asegurar el recurso para las generaciones que están por venir.

Mi comentario de “Catch & Kill” hacia mi estudiante fue frívolo y por esa razón equivocado. Pero colocándolo dentro de un contexto apropiado, es exactamente ese tipo de comentarios (y más importante el resultado del debate) que puede ayudarnos como una comunidad a convertirnos en mejores administradores del recurso que tanto amamos.


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