Hablando de las variaciones de la pesca, para mi existen dos tipos de cambios, los primeros tienen relación con cambios dentro de la misma estación que son producto de cambios en el tiempo, ya sea presión atmosférica, cantidad de agua arrastrada por precipitaciones recientes, sol, luminosidad, calor, nubes, viento, también migraciones, entre otros factores como las lunas, que en la pesca de truchas algo dice pero mucho menos que las condiciones atmosféricas o climáticas. Bueno estos determinan el comportamiento de la pesca en un horizonte de a lo más una semana o días, por lo que son muy difíciles o imposibles de descubrir meses o semanas antes, pero en el momento que estamos armando la cañas ya algo sabemos de como afectará a la pesca. Y ya tendremos una intuición, que en el caso de algunos pescadores más expertos sería más que un presentimiento una sospecha con base de cómo serán las cosas, aunque lo bueno de esto es que no es imposible tener algún grado de sorpresa.
Bueno, existen un segundo tipo de variaciones que a mí al menos me permiten definir como se comportará la pesca dentro de unos meses, y esto ayuda para definir en con un buen grado de certeza cuales serán las mejores zonas de pesca. Estas son las variaciones que definen como se darán las variables de flujo de agua y temperatura del agua que imperarán en la estación de pesca. Un año frío en donde además se acumule bastante nieve es ideal para la pesca ya que por lo general, según mi experiencia son aquellos años que ésta es buena en la mayoría de los lugares.
La cantidad de nieve que se acumule en la media y alta montaña es la que asegura el flujo constante de agua para el verano, es la que permite que el flujo de agua mantenga además una buena temperatura y oxigenación adecuada durante todo el periodo estival, una velocidad de corriente ni muy alta, ni muy baja, generando las condiciones para desarrollo de la entomo-fauna favoreciendo en comparación con otras especialmente los plecópteros que son más exigentes en oxigenación y pureza del agua, pequeños artrópodos de agua dulce como camarones de río y Pancoritras. Un año pobre en nieve es un año en que la pesca requiere de tener un mejor conocimiento de los hábitos de las truchas, de saber para donde migran o se mueven cuando hay poca agua. Una temperatura alta en los ríos es negativa para el hábitat de las truchas, se sabe que esta exige un nivel de oxigenación del agua más alto comparado a otras especies como el Pejerrey, las Perca-truchas o las Carpas.
Una alta temperatura del agua puede ser consecuencia de un pobre flujo de agua en los ríos, el ascenso en la misma provoca que los ríos y lagunas tiendan a una perdida de oxigenación, mientras más alta la temperatura más baja es la oxigenación, la alta temperatura a su vez favorece la aparición de pequeños cuerpos de algas, micro algas, hongos, bacterias, a su vez cualquier pequeña contaminación del agua en estas condiciones genera más eutroficación, que es la proliferación en exceso de estos micro organismos. Estos proliferan con las condiciones favorables de temperatura y a su vez por que en menos cantidad de agua existente se da una mayor concentración de los mismos.
El eco-sistema que sustenta la existencia de poblaciones de truchas puede verse desequilibrado y dañado. Con años más secos e inviernos menos fríos las truchas podrían tener una vida más difícil y sin duda deberán tener un proceso de adaptación
En Chile tenemos una tradición de pesca de truchas de poco más de un siglo, de los cuales en los últimos 20 a 30 años se ha desarrollado la actividad de la pesca con mosca de este maravilloso espécimen acuático, considerado por muchos un clásico además de ser unos de los que más lucha y entretenimiento nos entrega, sobre todo a los mosqueros quienes nos involucramos hasta el punto de tratar de descifrar sus patrones de comportamiento que son por supuesto muy difíciles de interpretar incluso para un pescador experto.
A toda esta complejidad, que es lo que atrae tanto o más que la captura y la lucha. Ahora se le agregan las nuevas interrogantes, ¿Qué pasará con esta especie en un mundo que esta cambiando?
¿que pasa con el fenómeno invernadero? Este fenómeno es algo que es muy difícil que podamos cambiar al menos en el corto y mediano plazo, es un hecho que los veranos son cada vez más secos y calurosos, que los inviernos son menos lluviosos y menos fríos. ¿Qué pasará con las truchas en Chile? ¿Serán más anádromas o migratorias? ¿como se adaptarán? ¿Qué patrones de comportamiento tendrán?
Como en nuestro país no hay estudios, ni de esto, ni de muchas cosas, “por que no hay recursos”, hemos de tener que tratar cada uno de hacer alguna proyección y ver como podemos planificar nuestras salidas de pesca para seguir teniendo éxito, sin duda seguirán existiendo lugares excepcionales y de excelente pesca por al menos unas décadas más, pero es innegable que cada año será más difícil el reto de interpretar cuando y donde ir a pescar. Los pescadores tendremos una adaptación, deberemos ser más perceptivos a estos cambios.
Y que decir que OJALA podamos llegar a tener estudios que ayuden a determinar como proteger el medio ambiente y hábitat de las especies que nos interesan. Con las condiciones actuales es más importante aun, hoy tenemos mayor densidad de población que hace décadas atrás, más contaminación, más presión de pesca, menos interés en nuestras autoridades y los políticos, y un irrefutable cambio climático. Pero no pierdo las esperanzas que se despertará la unión de mucha gente para despertar la voluntad de autoridades y políticos, evento que no ha ocurrido, pero bueno la esperanza es lo último de que ha de perder. Por el momento bien ayuda “PESCAR Y SOLTAR”, aunque lo he citado y explicado en otros textos, no es todo lo que hay que hacer, pero es lo que se puede hacer por ahora para los que actúan con conciencia y un buen sentido común.
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Datos del Autor:
Francisco Castaño
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info@trespiedras.clPatagonia-Chile.