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Rupanco
La radio volvía a tocar las mismas canciones que horas atrás habíamos escuchado, llevábamos 6 hrs. de viaje desde que habíamos salido desde nuestra casa. Ya era cerca de las 4:30am, hora prudente para detener el vehiculo antes de que el sueño nos venciera. Detuvimos el vehiculo a un costado del camino, preparamos los sacos y a dormir. Una vez dentro del saco lo único que hacia era pensar en los peces que podría capturar este fin semana, haciendo más difícil poder conciliar el sueño.




Ya eran las 8:00 a.m. cuando los -1ºC, pronosticados para ese día ya se sentían y la incomodidad de dormir en el vehiculo no dejaban otra alternativa, desperté a Eduardo para que siguiera conduciendo. La idea era ir pescar a un rió que cae al lago en el cual años atrás tuvimos muy buena pesca. Una vez allí, nos pudimos dar cuenta de la gran cantidad de botes y gente que pescaba en el desemboque, observamos un poco para ver si alguien obtenía alguna captura, a los pocos minutos un ferretero capturaba una pequeña trucha. Al parecer la ultima del rió, por que en un lapso de 2 horas en la nos dedicamos a lanzar, nosotros ni ellos no se obtuvo ningún pique. Desilusionados por la mala pesca, subimos al jeep y elegimos nuestro próximo destino.

Luego de recorrer una serpenteante y estrecha huella, llegamos al final del camino, el cual terminaba en una abrupta quebrada con un pequeño arroyo. Decididos a probar aquel arroyo , armamos nuestros equipos , mientras estábamos en los preparativos ,a parece un lugareño el cual traía en una vara con 5 salmones. Se acerco a saludarnos y presentarse, se llamaba Jaime, nos comento que los había sacado recien y que estaban bravos, y que su cuchara había sido seguido por un gran salmón, yo los llevo “pa” que no se pierdan.



Al parecer habíamos llegado al lugar preciso, mientras nos acercábamos al lago le comente a don Jaime la existencia de un río al final del lago que , por una articulo que leí al parecer tenia muy buena pesca . El mismo ofreció llevarnos al otro día, en un pequeño bote con motor, y eso acordamos. Pero lo único que se vino a mi mente fue el frió que tendríamos que pasar nuevamente, y le comente eso a mi hno, y don Jaime escucho, y gentil mente afrecio alojarnos en su casa por esa noche.

Comenzamos con los primeros lances en el lago y a los pocos minutos ya estábamos midiendo fuerzas con los peces. Literalmente no paramos de capturar, luego foto de rigor y de vuelta al agua, así se nos paso la tarde. Capturando arcoiris y cohos de 500gr a 3kg.

Con la llegada de la noche, también vino Jaime a buscarnos y llevarnos a su casa. Allí nos recibió su señora, su hijo y un pequeño nieto. Al parecer nos vieron con cara de hambre por que nos invitaron sentarnos en su mesa, y degustar un rico trozo de salmón con arroz y no estaban equivocados, por que andamos con más ganas de pescar que con cosas para saciar el hambre.
Mientras devoramos nuestro plato historias increíbles eran contadas en esa mesa, desde Pumas hasta grandes salmones de mas de 1 metro de longitud, que no hacían mas que avivar nuestras ganas de que amaneciera pronto para poder lanzar nuestras moscas en el agua.
7:30 a.m., Jaime nos despierta partiendo leña con su moto sierra a un costado del dormitorio en el cual pasamos la noche .Sin quedarnos otra opción que levantarnos de inmediato. Un buen desayuno con pan amasado, un buen café, atamos algunos patrones que habíamos perdido el día anterior y nos encaminamos al muelle, una pequeño saetta con un motor de 10 hp era nuestro transporte, 20 min duraba la travesía, en la cual Jaime nos hablaba de volcanes, lagunas y de gente que vive en algunos valles cordilleranos muy alejados de la civilización.



Luego del tiempo estipulado llegamos al gran rió, el cual por la poca lluvia hasta la fecha traía muy poco caudal. Obstinados decidimos adentrarnos en el valle, sin resultado. En cambio Jaime decide probar suerte en el desemboque. Cuando volvimos del río, nuestro nuevo amigo nos comenta que grandes salmones habían seguido su cuchara, y que esto estaba plagado de salmones, así que de inmediato decidimos lanzar a lo mas profundo de ese lago, un poco esquivos se encontraban pero poco a poco el lago comenzó a darnos sus frutos, con un paisaje sin igual, rodeado de volcanes, termas y cascadas.





Eduardo no paro se pescar con sus moscas regalonas, y yo tampoco me quede atrás, el único que no le iba muy bien era a Jaime y su cuchara, esta vez la mosca le daba su paliza. Pero todavía no pasaba nada con los salmones de 1 metro de los cuales hablaba nuestro amigo.
Ya entrada la tarde decidimos cambiarnos de lugar, a unos acantilados que caían al lago, lanzamos desde el bote a las orillas, obteniendo buenos ejemplares. Mas tarde elegimos ir a un pequeño río y lanzar desde las orillas, el primero en clavar uno fue mi hermano Eduardo, un gran salmón de aproximadamente 4kg, este no paraba de sacar y sacar linea y pronto llevar varios metros de backing , me acerque a el y le miraba su cara de angustia lo cual me causo mucha risa , hasta que el salmón en una de esas corridas arranco con mosca y todo, causando una gran rabia en mi hermano por el trofeo perdido.





Luego escuchamos la voz de Jaime , el cual nos gritaba -“ahora me toca a mi”- , un gran salmón había tomado su cuchara, su nylon cortaba el agua de lado a lado ,grandes carreras pegaba ese pez , al parecer era un salmón de Metro de los cuales hablaba el, dura batalla daba , ya el cansancio se le notaba , y este le jugo una mala pasada , quiso terminar antes la lucha con el pez y forcejeo mas de la cuenta , el gran salmón brinco a unos 20mts de la orilla , pegando un cabezazo y liberándose de la cuchara .

Al parecer los grandes peces de ese lago no era un mito, al ojo de pescador le calculábamos a ese pez entre 5 a 6 Kg. Luego llego mi turno con un pez que peso 2,2 Kg el cual para mi caña nº4 fue una gran batalla. El ultimo tramo que fuimos fue a un costado de unas termas naturales, en el cual no nos fue bien, pero escuche un comentario de Jaime el cual conversaba con otro lugareño que se encontraba en el lugar, el cual le pregunto de que como nos habia ido en la pesca, y el dijo “puros chicos nu mas “ – lo cual me volvia a ratificar la existencia de grandes peces en ese lago de los cuales no pudimos capturar .


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