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Pesca de grandes truchas en el Chubut inferior
El río Chubut nace en la cordillera de los andes y luego de recorrer mas de 800 km por la Patagonia vuelca sus aguas en el Atlántico sur a la altura de la ciudad de Rawson, en la Provincia del Chubut. El Dique Florentino Ameghino, a poco mas de 100 Km del mar corta su curso para formar un gran lago con mas de 90 Km de extensión.






Aguas abajo de la represa, el río Chubut sigue fluyendo con un caudal máximo de 70 m3/segundo. Debido a que los sedimentos naturales del río se decantan en el lago de la represa, el río en su curso inferior continúa limpio y frío. Este último tramo del río Chubut se lo conoce como el cauce inferior.
En él, por más de 20 años se cultivaron entre 40.000 y 50.000 alevinos por año de trucha marrón y arco iris, las mismas se adaptaron perfectamente a dicho ambiente y se desarrollaron muy bien, sobre todo por la abundante alimentación.
Además de truchas, comparten el hábitat percas, pejerreyes y cantidades asombrosas de "scud".
El lecho del río tiene zonas de grava, otras con abundante alga, y en parte suelo calcáreo.

Hace unos meses un experto guía de Trelew (Walter Ruíz) me había comentado sobre la calidad de la pesca en la cuenca inferior. Como a mi me tienta descubrir lugares nuevos, terminé organizando con él una flotada de dos días para fines de marzo, e invité a un grupo de amigos para que me acompañe.

Volamos a Trelew un día viernes por la tarde, en un vuelo regular que toma algo menos de dos horas desde Buenos Aires. Llegamos al aeropuerto de Trelew donde la temperatura era de 27 grados C y el cielo estaba parcialmente nublado, por lo que temía una posible lluvia durante el fin de semana. En el aeropuerto nos estaban esperando Walter, Alexis y Guillermo quienes serian nuestros anfitriones y guías durante los próximos dos días. Acomodamos nuestro equipaje en dos 4 x 4 y fuimos a la ciudad de Trelew donde pasamos la noche.

Como me sucede siempre en este tipo de viajes, esa noche no dormí profundamente y me desperté bastante antes de lo previsto.
Luego de desayunar, a las 7:30 am, nuestros guias pasaron a buscarnos para ir al Dique. El viaje se hizo corto, conversamos sobre la organización, los equipos de pesca, las moscas, las particularidades de la zona, el río, y mil cosas más.
Llegamos al río pasadas las 9:00 am donde las 3 embarcaciones ya estaban listas. Nos cambiamos, preparamos los equipos de pesca colocamos todos nuestros equipaje y demás elementos en las balsas y partimos.



El programa era navegar aproximadamente unos 9 kilómetros el primer día parando para almorzar, y a última hora armar el campamento. El programa del segundo día era navegar otros 9 kilómetros con una parada para almorzar, y luego llegar a un punto de encuentro donde las 4 x 4 más otras camionetas de apoyo nos llevarían de regreso a Trelew.
Comenzamos a flotar el río a pocos metros de la represa, el mismo estaba claro, de un color esmeralda con buen caudal de agua, la claridad era muy buena pero no absolutamente transparente. Lo que me llamo la atención en ese momento fue la gran cantidad de algas en su lecho. El paisaje era maravilloso con tupidos sauces a cada margen del río y enormes rocas rojizas (erosionadas por viento y agua) que nos acompañaron en el paisaje durante todo el trayecto. La primera impresión de esa naturaleza tan fuerte no me abandonó nunca durante toda la aventura.

Los equipos que armamos eran cañas # 5 con línea de hundimiento tipo Teeny 150. Comencé colocando una Bunny negra y oliva atada en un anzuelo # 6. La técnica recomendada era lanzar hacía las márgenes donde había algas, dejar derivar la mosca mientras se hundía la línea,y luego recoger suavemente con strips continuos para que la mosca trabaje todo el tiempo. Otro consejo que nos sirvió de mucho: no levantar la mosca hasta estar seguros que ninguna trucha venía siguiéndola.



Apenas habíamos navegado unos 15 minutos, tuve el primer pique, muy cerca de la costa, por los movimientos no parecía una pieza grande, pero era fuerte y activa. Al cabo de unos pocos minutos logre la primera trucha de la mañana una marrón de unos 800 gramos. Apenas saque su anzuelo y comencé a oxigenarla para liberarla, mi compañero de balsa tuvo otro pique, pero esa sí era más grande. La Wully Bugger negra había tentado a una linda arco iris muy peleadora de más de kilo y medio.

Así seguimos pescando durante toda la mañana, paramos para el lunch y continuamos por la tarde. Los guías con sus embarcaciones buscaban una costa, luego la otra, por momentos el centro del río. Tuvimos varios piques, algunas truchas lograron desengancharse de los anzuelos sin rebaba (obligatorio en la Pcia. del Chubut) y otras fueron capturadas. Excepto 3 marrones y una perca, lo mas llamativo fue que todas las otras truchas eran arco iris de muy buen tamaño, ya que todas superaban el kilo y medio y una llego a pesar 3 kilos.
Por la noche se armo el campamento que constaba de una gran tienda (comedor y luego dormitorio para los guías) y 3 carpas tipo iglú con dos catres individuales cada una y su correspondiente bolsa de dormir. De cena, el infaltable cordero patagónico asado al asador con excelente vino mendocino, todo estuvo perfecto. Bajo un cielo cubierto de estrellas nos quedamos contando historias, riendo, olvidando todo tipo de preocupación y disfrutando plenamente el momento.
A la mañana del segundo día, desayunamos y a las 9:30 am nos pusimos en marcha repitiendo el mismo ritual. Los guías colocando las embarcaciones cerca de una costa, luego de la otra hasta que la primer arco iris de kilo 800 tomo una Fuzzy Guzzy color negra y cuerpo verde atada en anzuelo # 4. Estábamos usando un shock tippet 3 X para evitar que las truchas se agoten y se ahoguen. Luego una excelente arco iris tomo la misma mosca pero se desprendió, luego una marrón de unos 800 gramos y dos percas más fueron capturadas. Antes de parar a almorzar una arco iris de casi 2 kilos nos deleito con sus saltos, la capturé e hice un último tiro, cuando estaba recogiendo la línea ya con la mosca a la vista, a solo 4 metros, apareció una arco iris no se de donde y tomo la mosca que estaba flotando en el agua. Inmediatamente la clavé tirando de la línea y levantando la caña al mismo tiempo ya que estaba muy cerca. Dio buena batalla hasta que la pude acercar a la embarcación y colocarle el copo, el resultado: una hembra arco iris de 2 kilos 800.



Todos pescaron piezas de más de kilo y medio y algunas percas. La mosca estrella: una Fuzzy Guzzy atada con pelo de Mara en anzuelo # 4.
Almorzamos, descansamos por un rato y continuamos la flotada. El día estaba soleado y cálido pero por la tarde comenzó a soplar viento. La pesca continuó siendo muy buena, todos logramos capturas de arco iris y algunas percas. En las otras embarcaciones mantuvieron clavadas un par de truchas que superaron los 3 kilos pero al final se desengancharon. Yo pesque 2 machos de arco iris manteniendo o superando el promedio de kilo y medio y cuatro toques más que no pude lograr.

A las 6:00 pm ya agotados de tanta actividad, llegamos al punto de encuentro donde nos estaban esperando los colaboradores de Walter con las camionetas. Nos cambiamos, arreglamos nuestros bolsos y cañas, comentamos las aventuras y logros de la jornada y regresamos a Trelew. Luego de darnos una buena ducha en el hotel, cenamos y las 10:30 pm ya estábamos cada uno en su habitación descansando.
Debido a la altura del río solo pudimos vadearlo poco, pero cuando el caudal es menor se forman grandes bancos de arena y es posible vadearlo en largos tramos. Para pescar en el curso inferior recomiendo hacerlo con equipos # 5 ó # 6, con línea (ó shooting) de hundimiento tipo Teeny 150, llevar diferentes streamers tipo Wooly Bugger negra con o sin patas de goma, Bunny´s; Fuzzy Guzzy u otras moscas con volumen y bastante flashabú, todas ellas atadas en anzuelo # 4 ó # 6. Algunas ninfas tipo Stonefly en anzuelo # 10 ó # 12. Usar leaders de 7,5 pies con shock tippet 3X y por supuesto waiders, anteojos polarizados, sombrero, protector solar, abrigo, demás elementos y ropa necesarios para pasar 2 días desconectados de "todo".
El cauce inferior del río Chubut supero mis expectativas por la calidad de sus truchas, la belleza de sus aguas, el fantástico paisaje en plena meseta Patagónica, y por supuesto por el excelente servicio que presta Walter y sus colaboradores. Creo que es un destino muy interesante y recomendable para pescar buenas truchas durante toda temporada y tiene la ventaja de que se lo puede hacer en solo dos días de aventura, ó bien combinándolo con otras opciones turísticas que ofrece Puerto Madryn y la Península de Valdez.


Por; Daniel Bellinson
www.Pescador.cl