El río Calcurrupe era destino obligado para los pescadores que visitaban Chile en el siglo pasado en sus aguas mojaron moscas Hemingway, Randall Kaufmann , y Don Alfred Hauser entre otros personajes un fiel recuerdo es la antigua Hostería de pesca Huequecura a lado de Llifen, alhajado con fotos de truchas trofeos y su ambiente nos recuerdan la época de oro de esta zona ,en tanto su recuperación se debe además de la vehemente ayuda de Don Adrián Duflocq pescador con mosca y conservacionista a quien la pesca con mosca en Chile y sobre todo el río Calcurrupe le debe mucho.


Fue gracias a mi amigo Roberto Cares que en una oportunidad decidimos bajar el río y nos armamos de valor llevamos nuestro Mckenzie made in Chile a su prueba de fuego, incluso un amigo lo había bautizado cariñosamente el submarino debido a le entraba algo de agua, el desafío no era menor pues el trayecto elegido era desde su nacimiento en los juncales en el lago Maihue hasta la antigua Balsa, era una distancia de 12 kilómetros y un correntada o rápido complicado un día completo prácticamente, con picnic incluido.

Desde su nacimiento en puerto los Llolles observamos un paisaje sobrecogedor el lago Maihue rodeado de la cordillera de los Andes. Un espejo de aguas quietas donde se reflejan los bosques de nostafogus. Aquí las truchas saltaban en forma abundante tras las libélulas en los juncales en este lugar es necesario una embarcación ya que desde la orilla las posibilidades son muy escasas aquí y en el resto del río también ya el transcurso del Calcurrupe se aleja del camino dejando las mejores partes solo para embarcaciones, después de devolver algunas truchas de kilo con delicadas presentaciones de imitaciones de libélulas y líneas floating dejamos el lago y le encaramos al río mismo dejándonos llevar por la suave corriente río abajo nos detuvimos en las primera isla y brazos, utilizando patrones con patas de goma similares a las birt creck y líneas sinking más unos cuantos lanzamientos empezó la fiesta.

Una y otra trucha todas bien sanas y combativas arcoris y farios. Después de una buenas fotografías seguimos nuestra navegación sin ningún inconveniente, mas adelante nos detuvimos nuevamente en otra isla ,esta vez la presentación del río es perfecta dos brazos con aguas medias proporcionadas con aguas cristalina y piedra bocha donde reinan grandes stoneflies y muchas pancoras ,Cristián Flandez no tardo mucho en tener el primer trofeo en un brazo de río de no mas de un metro de profundidad, una lucha fuerte ya que el anzuelo sin revarba hace mas complicada acercar al pez luego de devolver no menos de 8 truchas en ese lugar continuamos y sin darnos cuenta era tarde ya, nos faltaba un cuarto de río en tanto unos kilómetros mas abajo continuaron los piques y los enredos ya que en un tramo del río tiene muchos palos sumergidos aquí salen las truchas trofeos que suben del lago Ranco, pero la posibilidad de enredar la mosca es real.



Nos encontró la hora, pusimos el bote de punta y para andar mas rápido aun así salimos casi de noche al antigua Balsa del río, el bote había andado bien ya que nos permitía pescar fácilmente de pie y su estructura de terciado marino lo hacia liviano y fácilmente maniobrable, sin duda una aventura que quedara en esos recuerdos de aquellas jornadas de pescas inolvidables y la recuperación de río es una realidad que marca un precedente que si trabajamos en conjunto se pueden lograr resultados tal como el llamado Proyecto Arcoiris que busca precisamente un desarrollo sustentable con la retroalimentación tanto de los lugareños, visitantes, autoridades y pescadores.

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