Inicio
Editorial
Reportajes y Artículos
Moscas
Entomología
Fotografía de Pesca
Enlaces
Contacto

Una pesca realmente extrema
En agosto de este año recibí un e-mail en al cual me invitaban a visitar una página que hablaba de grandes truchas en ambiente extremo. Siendo mi pasión las grandes capturas me interesé por saber de qué se trataba, paralelamente a esto me llegó un e-mail del dueño de la página invitándome personalmente a conocer en vivo y en directo esta nueva experiencia. Visité la página, me informé del lugar geográfico, su ambiente, temperatura y otros detalles y pensé que la aventura sería posible si encontraba buenos compañeros.
Entusiasmé el Pato Salas y Cristián Pischetz y ellos rápidamente se comprometieron a vivir esta nueva experiencia.

Comunicaciones van, comunicaciones vienen con Leonardo Ramírez de la página www.pescador.cl y acordamos que definitivamente el viaje sería entre el 20 y 27 de septiembre y entre la preparación de equipos, ropa y otros llegó la fecha y partimos.

Lan Chile, Coihaique, Pto. Cisnes y en un barquito local llegamos a la enorme, increíble, hermosa y deshabitada ISLA MAGDALENA. Lo más parecido que debe existir con Jurassic Park. Dormimos esa noche en una rustica cabaña y al amanecer salimos rumbo a la laguna de la cual tanto me había hablado Leonardo Ramírez. El trayecto duró una hora ,subiendo por un pequeño estero contra la corriente, luchando contra las piedras, pozones y quilas, hasta ahí más me parecía un Eco Challenge que una partida de pesca. Fue durísimo, tan duro que pensé que no tendría fuerzas para volver y si lo lograba por ningún motivo volvería a intentarlo, pero ya estaba ahí y la laguna con los 2 botes nos ofrecía la oportunidad de verificar que tan espectaculares eran las truchas de las que se hablaba.

A los pocos tiros Leonardo ya había capturado una hermosa Fario de un color café intensamente oscuro de unos 2 kilos, minutos después se repetía lo mismo, mientras yo intentaba tratando de observar como sería la pesca en lugar así. Ya a la hora le había tomado el pulso a la laguna y las picadas y capturas eran una de cada tres o cuatro tiros, todas truchas Farios muy saludables entre 1.5 Kg y 2.5 Kg. Me llamó la atención el color tan café oscuro y muchas de ellas con gran pigmentación roja en sus costados. Las batallas eran las normales que uno puede esperar de una Fario de ese tamaño. En el otro bote iba el Pato con Cristián con resultados muy similares. Todo esto se hacía pescando muy en las riveras sobre los troncos caídos sumergidos en al agua.

Fantástica la pesca pero, había que volver. Partimos río abajo a las 5 pm. y cuando llevábamos cerca de una hora mi cuerpo sencillamente dijo basta y pensé que me quedaría ahí sentado eternamente. Recordé una vez más a los competidores del Eco Challenge y me dije “no puedo ser tan penca si los otros hacen lo mismo por 5 días continuados”. Me paré, seguí y llegamos.

Al otro día no pude volver a la laguna, pero sí fueron el Pato, Christián y Leonardo y por lo que contaron el resultado de la pesca había sido similar al día anterior. Yo me quedé rodeado de Toninas (Delfines), barcos hundidos y otras yerbas. Fue un día magnífico. Al siguiente ya recuperado volví a subir el río y curiosamente esta vez ya no me pareció tan duro y llegar a la laguna fue casi el resultado de una caminata natural de un pescador. Tiros van, tiros vienen y la pesca seguía siendo óptima, pero como Cazador de Grandes Trofeos ya estaba inquieto por no superar los 2 kilos y medio, entonces le dije a Don Polo que era en este caso mi guía, que fuéramos a intentar algo al centro de la laguna. Cambié de mosca, cambié de línea y al primer tiro siento la clavada de una trucha la que inmediatamente sentí distinta. Con mi miserable carrete al primer arranque se llevó más de 20 metros y pensé de inmediato que esa sería una batalla para largo. Después de 25 minutos tenía al lado del bote una enorme Arcoiris a la que mis compañeros que se habían acercado le calcularon a lo menos 6 kilos. Era una hermosa hembra la cual Dios quiera no haya quedado tan dañada después de tan dura batalla, la que me recordó los días épicos con los gigantes del Allipén, me refiero a los formidables Chinook.

Seguimos por el centro de la laguna y tuvimos otras hermosas capturas de Arcoiris, lo cual me dejó muy claro que las Farios al acecho en las orillas y en los palos y las Arcoiris navegando y cazando en las aguas más abiertas. Así es y así será siempre.

Días más, días menos, tiros más, tiros menos transcurrieron, hasta que llegó el día de partir. Lo que me pareció al comienzo una expedición de Eco Challenge terminó siendo con la práctica de ir y venir sólo una fuerte caminata y lo rustica de la cabaña no queda más que en una anécdota.

De vuelta ya en casa recuerdo y analizo lo vivido en la Isla Magdalena y creo que Leonardo Ramírez al invitarme a una pesca extrema no le puso ni le quitó nada. Era realmente extrema-extrema, pero al mismo tiempo es difícil pensar que exista otro lugar en Chile donde uno pueda pescar tan comúnmente truchas de 2 kilos de promedio. Es probable que hayan más grandes. En alguna parte deben estar los viejos reproductores de esta gran masa de truchas de la laguna de la Isla Magdalena.

Como último comentario, también fui al Río Mentolat el que lamentablemente estaba muy crecido y la pesca no se pudo mostrar en lo que debe ser en condiciones normales.

Párrafo aparte es el haber conocido a Don Polo, el gestor material de toda esta expedición y que me asombró con su amabilidad, buena voluntad y paciencia de santo. Desde aquí todo mi agradecimiento para él y su familia. Un recuerdo para este gran hombre de Pto. Cisnes al que le deseo junto con Leonardo, el gestor intelectual, la mejor de las suertes en el proyecto que están iniciando.

Si Dios quiere hasta febrero o marzo y ahí contaremos la continuación de la nueva historia en la Isla Magdalena.

Kilo Nualart / Chile/
Consultas técninas de la zona:
knualart@yahoo.com