Inicio
Editorial
Reportajes y Artículos
Moscas
Entomología
Fotografía de Pesca
Enlaces
Contacto

El Rio Laja.
En la 8va región donde vivo, específicamente en Concepción, existen una gran cantidad de ríos, esteros, lagos y lagunas, algunos tan cercanos como a 5 minutos y otros tan lejanos como un par de horas. Es obvio que mientras más cercanía de un centro poblado, lamentablemente existirá una mayor depredación.
Dentro de estos cuerpos de agua y que ciertamente no es la excepción se encuentra el río Laja, a poco más de una hora de mi ciudad.

El Laja es un río generoso a inicio de temporada, pero de pesca escasa y selectiva los siguientes meses de cada temporada, debido primeramente a una increíble cantidad de individuos que se dedican a la pesca furtiva y por otro, por el gran impacto que causan en sus lecho las varias centrales hidráulicas que se nutren de sus aguas, causando enormes variaciones de caudal y nivel, en periodos tan cortos como de una hora, donde por efecto de esa variación quedan al descubierto grandes sectores del lecho pedregoso del río que cobijan importantes fuentes de alimento de las truchas, tales como pancoras, ninfas de cadis y mayfly.

Por lo anterior es gratamente reconfortante que a pesar de todo ello, se capturen periódicamente piezas de gran tamaño en varios sectores de tan prolífico río. Esto nos es tan fácil, ya que hay días donde la pesca es francamente mala o inexistente, debiendo el pescador armarse de paciencia y sacrificio, debiendo de asistir regularmente al río, a pesar de inciertos resultados, pero toda ida al río no es en vano, ya que nos permite mejorar y depurar nuestra técnica de pesca en él, probar nuestras moscas de creación propia o ajena, nos permitirá conocer horarios claramente establecidos y similares a otros ríos, donde tenemos mayores oportunidades de lograr una buena pesca, como son las mañanas temprano y en la tarde un periodo de tiempo muy corto, casi al anochecer, cuando se realizan por lo general, abundantes eclosiones. Las mañanas son buenas para probar todo nuestro arsenal de ninfas y en las tardes practicar la exquisita pesca con mosca seca, logrando insisto, resultados inesperados.

Les comparto una foto de una trucha de peso aproximado a 1,5 Kg., capturada este sábado 4 de Marzo. Ese día hubieron otras truchas, bastante bonitas.

Es más, un confiable amigo me comento que hace un par de semanas había pescado la trucha de su vida en el río, siendo un pescador de años en el.

No me preocupa mencionar el nombre del río, ya que insisto: Es un río "mañoso" que requiere de bastante perseverancia y técnica, debiendo de dedicarle extensas jornadas de pesca, al termino de las cuales al pescador no le quedara más que admirar al río y por sobre todo, admirar y proteger las astutas sobrevivientes que aun habitan en el.

Héctor Riquelme