Todo inicia el día miércoles, 48 horas antes del inicio de temporada de pesca, en casa, recolectando los mejores patrones usados en temporadas anteriores, aceitando carretes, preparado indumentaria y con un desvelo total esperando el día jueves para partir al aeropuerto. Reunidos en la sala de embarque Jorge Postigo, Mauricio Valenzuela y yo en el vuelo 073 destino Puerto Montt. Las horas eran eternas, el ansia de llegar a la ciudad es total y más al saber que en el aeropuerto espera uno de los mejores guías del país y un gran amigo de pesca: R.O.
Transcurridas varias horas en la ciudad de Puerto Varas, llega el cuarto integrante y compañero de pesca Felipe Goguett, quien trae a cuesta unos buenos Lomos para darle comienzo ha un buen asado previa apertura de pesca, un buen vino y así conversar de pesca y de lo que nos depara el día de mañana.
Son las 6:00 am y se escuchan los primeros pasos en la sala, no pasaron ni dos segundo cuando ya estábamos en preparación de desayunos, Lunch, y guardando los últimos cachivaches en la mochila de día. Reinaldo por un lado nos alentaba y nos preparaba para las jornadas que se nos vienen encima. A mi amigo Jorge ya no le quedaban palabras con el ansia de pescar y que decir de Mauro este ya estaba casteando en el pasto. Felipe un poco más calmo trataba de absorber cada dato o consejo que escuchaba de parte de Reinaldo y Francisco.
Bien, la historia habla por sí sola. Fue una jornada de pesca increíble, un ambiente increíble, fuimos los únicos pescadores ese día en el río, cada rincón para nosotros y pudimos darnos el gusto de clavar las primeras truchas del inicio de temporada de este fascinante y encantador río. Las moscas más usadas fueron los clásicos Streamer, imitaciones de Pancoras y un extraordinario patrón de mosca seca Tarántula. La pesca fue tan productiva que nos repetimos el plato al día siguiente. En lo personal, el haber dado inicio a la temporada en este maravilloso entorno, en compañía de mis amigos de pesca, me hizo reflexionar de todo lo logrado como pescador en estos últimos 10 años y la cantidad de gente agradable que he conocido y con los cuales hasta el día de hoy comparto. Jorge Postigo, un extraordinario pescador de mosca y compañero de pesca; la grata compañía de Reinaldo Ovando, quien en cada momento trasmite sabiduría en sus aguas; Mauricio Valenzuela, un apasionado de este encantador deporte y Felipe Goguett, quien en cada salida trata de absorber toda la materia que se le presenta. Todos ellos hacen la salida perfecta para compartir y agrandar nuestro lazo de amistad. Gracias amigos por permitirme disfrutar de su cariño y amistad. El mejor pescador no es quien saca más peces ni el que lanza más lejos, es el que se da el tiempo de compartir y enseñar con paciencia y detalle los distintos obstáculos que entrega el río.
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Todo comienza por el autor “Reinaldo Ovando” en unas conversaciones con Jorge Postigo para comenzar el inicio de temporada en uno de los ríos más lindos de Chile, un clásico en la pesca con mosca, tanto para chilenos y extranjeros, me refiero al encantador y místico Río Petrohué, ubicado en la X Región de Chile.
